Furoshiki es un juego de estampados y colores. Un revestimiento de tela envuelve el relleno con una geometría rigurosa y una delicadeza muy oriental. Las costuras se convierten en detalles de confección que dividen el objeto en porciones precisas. Así, las tramas y los colores de los tejidos se miran y se encuentran para seguir después en sentidos opuestos.