Al igual que el comediógrafo latino, también Plauto busca en el pasado ideas para el futuro. Y lo hace poniendo en escena a un único autor, la madera, que en esta obra tiene la posibilidad de expresarse en todas las formas: plana, curva, en ángulo.
Para los más apasionados, es un espectáculo imprescindible; para nosotros, sin embargo, es simplemente un elogio a un material que amamos: por otra parte, basta una óptima materia prima y una experiencia artesana consolidada para sorprender, con sencillez.