Inspirada en las sillas austríacas del siglo pasado, Brulla es una silla de madera apilable. La estética gráfica que la define surge del encuentro de formas curvas y rectas, resueltas en un espíritu identitario y minimalista: la curva dinámica del respaldo y las patas traseras se encuentra con un asiento de rejilla ligeramente inclinado, compensado armónicamente por las patas delanteras. El gusto retro contrasta así con los peculiares perfiles de las patas que, junto a otros discretos detalles, enriquecen las sillas Brulla con el lenguaje contemporáneo.