Recuerda casi a un ritual. Sentarse, bajo una luz difusa, y pulsar play en su smartphone. Después, dejar espacio a las vibraciones. Caruso invita a sentarse, tomarse un descanso y encontrar la magia de escuchar y ver un objeto que reproduzca buena música. A ras de la ironía, algo futurista, algo nostálgico, consigue combinar el hi-tech con el living para una decoración multisensorial.
